LA PLANIFICACIÓN DEL SECTOR PUBLICO VENEZOLANO
La
planificación es un concepto bastante familiar al desarrollo
social que ha acompañado la evolución de los órganos de la administración
pública, asociado a una proyección, trayectoria y conducción futura; donde hoy,
cada vez más se asemeja a conceptos estratégicos. La planificación se ha ido
configurando en su campo de actuación como un proceso consciente de
determinación en cuanto a la acción que se propone seguir cumpliendo con una
sociedad constituida; en estas bases se podría planificar el rumbo de un país.
La planificación se presenta en la administración pública como la mejor vía que
se relaciona con el proceso de desarrollo, pero no solo se trata de la relación
entre dos procesos el de planificación y el desarrollo, sino también de una
relación entre grupos humanos donde los actores principales son los grupos
sociales organizados.
La
situación que vive la sociedad actual, demanda la reorganizar las funciones
del Estado, donde se logre establecer verdaderas prioridades y se aproveche en
forma eficiente todos los recursos tanto materiales, como humanos, naturales,
económicos, técnicos entre otros, aplicándolos eficientemente para alcanzar un
mayor nivel de felicidad siendo necesario resaltar que tal logro como uno de
los objetivos del Estado debe procurar ser duradero en el tiempo.
El
sentido estratégico de la planificación, se centra, en partir del estudio de la
situación real que vive una determinada sociedad, y como resultado de ese
estudio se pueda formar un diagnóstico el cual permita la elaboración de
estrategias concretas que lleven al logro de objetivos esenciales con miras a
un cambio sobre dicha situación. Desde el punto de vista general la práctica de
la planificación estratégica, se ha extendido a todos los sitios y
organizaciones, siendo indiscutible negar que hoy día, no haya un mandatario,
un directivo, gerente o jefe; que no aplique un plan estratégico que guié o
encamine al desarrollo de una nación, estado u organización; destacando que
dicha práctica busque mayormente el pre activismo, es decir, se oriente hacia
el futuro en busca de una mejor calidad de vida. Ahora bien, el que la sociedad
forme parte de un mundo globalizado, requiere para la práctica de la
planificación estratégica, conocer los fundamentos y bases de la administración
y sobre todo la cultura socio-económica de la misma.
El
Estado en el ejercicio de sus funciones amerita de la planificación para el
logro de sus fines, Venezuela como sistema de gobierno democrático fundamenta
constitucionalmente su régimen socio económico basándose en los principios de
justicia social, democratización, eficacia, libre competencia, protección del
ambiente, productividad y solidaridad, a los fines de asegurar el desarrollo
humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad. El
Estado toma en consideración el desarrollo individual, al establecer que la
iniciativa privada conjuntamente con éste, promoverá el desarrollo armónico de
la economía nacional con el fin de generar fuentes de trabajo, alto valor
agregado nacional, elevar el nivel de vida de la población y fortalecer la
soberanía económica del país, garantizando la seguridad jurídica, solidez,
dinamismo, sustentabilidad, permanencia y equidad del crecimiento de la
economía, para asegurar una justa distribución de la riqueza; éste conjunto de
principios y valores se aplican mediante una planificación estratégica,
democrática, participativa y de consulta abierta. Propiciando así, que la
administración pública en todos los objetivos que se trace deben proponer
llevar siempre al desarrollo.
La
iniciativa privada está orientada hacia la práctica de la planificación
estratégica, el órgano planificador no puede determinar por si solo los
objetivos sociales, en consecuencia, es vital generar mecanismos de
participación necesarios para precisar las necesidades de la comunidad a la
cual van dirigidas precisamente esos esfuerzos, y es que efectivamente, la
persona humana hoy por hoy, es capaz de manejar métodos e instrumentos que le
permitan participar en la evolución de los procesos sociales, adecuando
objetivos y logrando satisfacer sus necesidades; y como no, teniendo en cuenta
que a nadie escapa la idea de que los mejores resultados se logran cuando
aquellos responsables del logro de objetivos pueden participar en el
establecimiento de los mismos.
Un
propósito adicional de la planificación estratégica consiste en coordinar los
esfuerzos y los recursos dentro de la administración pública. Como parte de esa
planificación en materia económica y social de la nación, se debe tener muy en
cuenta el inventario de recursos y de los programas que han de ordenar esos
recursos para atender las necesidades, relacionadas al desarrollo económico y
al mejoramiento social del país. Muchas veces los casos de corrupción han
llevado a algunos gobiernos a regular el uso de recursos, complicando el
aspecto administrativo y financiero de sus acciones. Esta situación debe ser
considerada en toda planificación, de manera que los mecanismos para
controlar actos de corrupción no deben entorpecer la fluidez y oportunidad de
los recursos que permitan conseguir los objetivos planteados por la
administración para dar solución a las demandas sociales.
Por
medio del Sistema Nacional de Planificación Pública se desarrollan las Líneas
Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación, y a través de
la constitución, se crean tres niveles de consejos de planificación; el consejo
federal de gobierno encargado de la planificación nacional, el consejo estadal
de planificación pública a quienes compete la planificación a nivel de las
provincias o estados, y el consejo municipal de planificación pública
encargados de la planificación local, por medio del cual y en virtud de la ley
de los concejos locales de planificación pública se crean los consejos
comunales y parroquiales como centro principal de la participación y
protagonismo del pueblo en la formulación, ejecución, control y evaluación de
las políticas públicas.
El
consejo de planificación pública comunal conforma la unidad primaria del
sistema de planificación nacional participativa, de ella se deriva la
construcción de cada uno de los niveles que soportan el sistema ajustados al
marco constitucional. La participación de los ciudadanos en el proceso de
determinar prioridades en la gestión pública local permite avanzar en la
construcción de sociedades más abiertas, transparentes, equitativa, democrática
y participativa, donde se pueda reducir la discrecionalidad administrativa, la
corrupción permita también vigilar y defender los intereses y las necesidades
de los grupos más vulnerables. La ley orgánica de la administración pública
establece la comisión central de planificación como el órgano superior de
control y coordinación de la planificación centralizada de la administración
pública.
Econ.Neyda Rojas R
Econ.Neyda Rojas R
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